Al gran Julio César
El más bello ser de la naturaliza
admirado por todos
envidia de los desvalidos
manjar de reyes y doncellas
Orgulloso, salvaje
Potente y glorioso
Imposible de domar
Suave al tacto como la seda
Duro cual mármol blanco
Observa desde su altar
de esferas de algodón
Buscando desde siempre por la humanidad
El santo grial de los hombres
Se levanta majestuoso en todo su esplendor
Y erguido, espero un beso...
El beso de Cleopatra, la única digna de él
Bren Moloney - Derechos Reservados de autor
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